Un pasillo neutro puede cambiar su imagen de una manera rápida. En este caso propusimos dar luminosidad a una de las paredes, con un tono de color azul, para que aportara frescor y claridad.
Al final del pasillo colocamos un espejo con formas curvas, para romper con las líneas rectas. Además creamos ese rincón de cañas de bambú, un ambiente vegetal seco, que no necesita ningún cuidado ni mucho espacio.
Una solución decorativa que sigue una línea muy natural tanto por el color azul como por las cañas.
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